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Climaterio y menopausia

Los avances en la tecnología médica han aumentado el promedio de vida de las mujeres. Pero, el envejecimiento y la variación de las hormonas esteroides conllevan un mayor riesgo de problemas de salud, incluyendo la osteoporosis y la enfermedad cardiovascular.

La terapia hormonal (TH) en la mujer climatérica consiste en administrar estrógenos más progestágenos sintéticos, siendo sus formas de administración actuales las píldoras, parches, implantes, dispositivos intrauterinos y cremas vaginales. La TH para la mujer menopáusica que conserva su útero administra conjuntamente estrógenos y progestinas. Los estrógenos utilizados son de preferencia los estrógenos conjugados y el estradiol. Las progestinas más utilizadas en la TH han sido el acetato de medroxiprogesterona y la noretindrona, pero hoy se sugiere la progesterona micronizada, el acetato de megestrol, la medroxiprogesterona de depósito y la progesterona transdérmica, así como la drospirenona.

Por los hallazgos en serios estudios aleatorios, principalmente el Estudio Iniciativa para la Salud de las Mujeres (WHI) y el Estudio del Millón de Mujeres (MWS), en donde se encontró mayor riesgo de enfermedades trombo-embólicas y cáncer de mama con el empleo de estrógenos, ciertos progestágenos y tibolona, hoy se replantea la TH a ser usada solo con indicaciones precisas, en la menor dosis y por el menor tiempo posible. Así mismo, la relación riesgo-beneficio de la TH es favorable cerca a la menopausia, pero disminuye con el envejecimiento y con el tiempo después de la menopausia, en mujeres sin tratamiento previo.

Y se avizora nuevas terapias sintéticas en las que las hormonas son realmente más parecidas a las naturales. Se acaba de comunicar sobre el tratamiento hormonal con agonistas/antagonistas de estrógeno. La idea es que el estrógeno actúe solo en los tejidos ‘correctos’, a través de sus receptores, y que funcione como antagonista de estrógeno en los tejidos en los que la acción del estrógeno resulte perjudicial.